Gestiona mejor tu tiempo y logra el balance entre tu trabajo y vida personal

¿Podemos lograr el balance en la vida?

¿A quién no le gustaría lograr este balance? ¿A quién no le encantaría trabajar unas horas y luego poder desconectarse completamente y disfrutar de su vida personal sin tener que preocuparse por plazos, enviar más correos electrónicos, hacer llamadas o tomar notas? Todo el mundo tiene una vida privada que quiere disfrutar.

En la realidad, se evidencia que el tiempo libre para estar con nuestros seres queridos, disfrutar de pasatiempos, practicar deportes o incluso realizar compras sin prisa es muy escaso. No obstante, esto no implica que sea imposible de conseguir. ¡Todo se resume en una adecuada organización!

¿Cuál es la razón por la que algunas personas logran encontrar el equilibrio perfecto entre el trabajo y la vida, mientras que otras no? ¿Cómo podemos organizar nuestro tiempo de manera eficiente para poder abarcar todo? Estos son precisamente los temas que abarca el concepto de balance entre el trabajo y la vida, el cual se enfoca en cómo vivir, trabajar y desarrollarnos en todas las áreas de nuestra vida.

¿En qué consiste el balance entre la vida laboral y personal?

A principios de los años 70 y 80 del siglo XX, surgió la idea como una solución al problema cada vez mayor del trabajo compulsivo, el agotamiento profesional y la constante competencia desenfrenada que impedía disfrutar de una rutina diaria satisfactoria.

Puedes considerar que has logrado un equilibrio entre el trabajo y tu vida personal si coincides con las siguientes afirmaciones: La clave para lograrlo es una adecuada gestión del tiempo.

• Me siento satisfecho/a con mi trabajo.
• Mi trabajo me permite vivir en las condiciones que espero y me propongo.
• Mi desempeño es eficiente y efectivo, lo que me brinda paz en mi vida personal y me permite centrar toda mi atención en mis responsabilidades profesionales.
• Puedo relajarme y no pensar en mis responsabilidades profesionales durante mi tiempo libre.
• Tengo tiempo para llevar a cabo mis planes personales y sociales tranquilamente.
• Sé separar perfectamente mi vida profesional de la personal.
• No me falta nada ni profesional ni personalmente.
• Los fracasos en el trabajo no se deben a factores personales y viceversa. Los considero como oportunidades de aprendizaje para mejorar.
• Estoy satisfecho(a) con mi vida profesional como personal. Puedo decir que no me falta nada para sentir paz y satisfacción.

Todos aspiran a las afirmaciones anteriores, pero solo unos pocos pueden identificarse con ellas sin discusión. Estas afirmaciones demuestran que se ha alcanzado un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, pero son las más difíciles de lograr. Entonces, ¿cómo podemos facilitar el logro de la armonía entre la vida laboral y personal?

Determina tus prioridades con un enfoque apropiado

El empleo es una labor que se realiza por un período específico con el objetivo de recibir una compensación económica. En una situación ideal, debería alinearse con nuestros intereses y proporcionarnos satisfacción, es decir, ganar dinero haciendo algo que nos gusta.

En ocasiones, nos encontramos en un empleo únicamente por el motivo de obtener dinero, sin sentir un compromiso emocional, motivación o entusiasmo. Nuestro único objetivo es recibir un salario que nos permita llevar una vida digna y evitar volvernos locos sin hacer nada.

Recuerda que el trabajo en sí mismo, aunque nos proporcione ingresos, es solo una ocupación y nunca debería definir a una persona ni ser la medida para evaluar su valía.

Debemos abordar el trabajo de una manera que brindemos nuestro máximo esfuerzo sin importar nuestra posición o responsabilidades. Es fundamental realizarlo durante las horas laborales, en el momento y lugar adecuados designados para ello. Nunca en otro momento.

Sabemos que muchas veces debemos cumplir horas extra. A todos nos ha sucedido tener que sacrificar nuestro tiempo personal por el trabajo, pero esto debería ser considerado como algo excepcional, no como algo común.

Definir el concepto de trabajo es el primer paso hacia lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. El trabajo, independientemente de su naturaleza, es una actividad que debería generar ingresos basados en el uso de nuestras habilidades para vivir una vida digna. Sin embargo, en ningún caso debería ser un substituto de la vida, incluso si es el trabajo de tus sueños, sigue siendo un trabajo realizado por dinero.

No se puede identificar a una persona por su trabajo. Pero lo que hace fuera de él puede decir mucho sobre ella.

El «trabaja para ganarse la vida» no indica avaricia o falta de ambición. Tampoco contradice la idea de comprometerse con su trabajo y realizarlo lo mejor posible según sus creencias, experiencia o educación. Al contrario, esta actitud nos acerca mucho al éxito, ya que permite entrar al modo de trabajo con un enfoque pragmático que proporciona satisfacción.

Es fundamental reconocer que cada tarea tiene un límite y es crucial saber que después de dedicar varias horas de trabajo minucioso, diligente y de calidad, es válido decir «suficiente», sin afectar nuestras futuras acciones profesionales.

No deberíamos considerar el trabajo como una carrera sin fin. Claro está, en ocasiones debemos perseguir al conejo, pero esto debería ser la excepción y no la norma.

¿Es real el balance entre el trabajo y la vida personal?

Es válido cuestionarse cuáles son las expectativas de esta existencia, qué deseamos aportar como individuos y qué buscamos obtener de ella. Por ello, quieres tiempo de calidad para:

• pasarla con la familia y amigos;
• dedicarte a tus hobbies, pasiones e intereses;
• realizar actividades físicas y mentales diferentes al trabajo;
• descansar, relajarse, tener momentos de aburrimiento y no hacer nada;
• desarrollarte en la dirección que quieras;
• hacer realidad los sueños y llevar a cabo tus planes;
• construir tu propio universo;
• cuidar de ti mismo, de tu relación contigo mismo y con los demás;
• disfrutar de cualquier otras cosa.

Las repeticiones no ocurren al azar. El tiempo es el factor clave en esto, ya que determina cuán satisfecho te sientes con tu vida.

Encontrar el secreto para lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal implica saber administrar el tiempo de manera efectiva. El primer paso es establecer límites claros entre el trabajo y la vida privada, de modo que el trabajo no interfiera con el tiempo libre y que este último no esté dominado por preocupaciones laborales. ¿Pero cómo lograrlo?

Simplemente tienes que cuidarlo. El tiempo dedicado al trabajo debe ser altamente eficiente, y el tiempo pasado en casa debe ser disfrutado al máximo. No se puede disfrutar de calidad de tiempo en casa si constantemente se está pensando en el trabajo. Igualmente, no se puede trabajar de manera eficaz si se está constantemente pensando en las tareas del hogar.

Es por esta razón que debemos desarrollar un plan de acción apropiado y asumir el control del desorden previo, definiendo de manera clara los límites entre la vida laboral y personal. Practicar la asertividad tanto hacia uno mismo como hacia los demás nos permite establecer límites y tener la certeza de que se ha aprovechado al máximo el tiempo de trabajo, sin culparse a uno mismo.

Aunque a veces necesitamos momentos para simplemente fluir, vale la pena tener en mente que el tiempo pasado no vuelve, no crea un búfer.

Una buena organización y gestión del tiempo es todo lo que necesitas

Esta frase abarca la solución para alcanzar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

El equilibrio entre la vida profesional y personal no es exclusivo de unos pocos privilegiados que solo pueden lograrlo trabajando de las 8 am hasta las 16 pm en una oficina cómoda, teniendo tiempo (y dinero) para practicar tenis, hacer compras sin prisa y cocinar en casa.

No hay nadie que trabaje las 24 horas del día durante los 7 días de la semana. Sin embargo, son muy pocos los que tienen el horario ideal de trabajar de 8 a 16. Algunos tienen turnos rotativos, otros tienen horarios irregulares y algunos tienen horarios de guardia que son diferentes.

A pesar de esto, todos eventualmente cierran las puertas del trabajo y regresan a casa. La forma en que utilizan su tiempo después del trabajo y cómo lo organizan determina si han logrado encontrar un equilibrio. Todo depende de cómo respondes honestamente a las siguientes preguntas: ¿siempre dedico mi tiempo después del trabajo según mis deseos? ¿Dispongo del tiempo necesario para llevar a cabo todo lo que planifico? ¿Experimento paz y relajación al regresar a casa tras la jornada laboral?

Si la respuesta es «No, cómo podría tenerlo», no se debe a falta de tiempo, sino a una falta de organización adecuada. Es importante reflexionar sobre lo que se puede modificar, eliminar o agregar.

¿Cómo encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal?

Encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal no implica que todo será perfecto. En ocasiones, es necesario renunciar o desprenderse de algunas cosas en la búsqueda de este equilibrio. No se trata de alcanzar la perfección, sino más bien de sentirse satisfecho tanto en el ámbito profesional como en el personal.

El camino hacia ese estado depende de cada individuo de manera personal. Sin embargo, si puedes responder de forma positiva a las preguntas acerca de si disfrutas de la vida, te sientes satisfecho y todo está en orden, podríamos decir que has logrado el éxito.

Es relevante que es posible contar con un exceso de tiempo libre, sin embargo, esto no guarda ninguna conexión con el equilibrio. Asimismo, no debería estar vinculado con la satisfacción y la alegría.

No debería ser motivo de discusión en el ámbito público, ya que es una decisión consciente de cada individuo. No se puede lograr un equilibrio en la vida si se carece de alguno de estos dos elementos: el trabajo o la vida personal.

Resulta complicado concebir una auténtica satisfacción con la vida cuando se dedica tanto tiempo al trabajo que no queda espacio para nada más, o por el contrario, se dispone de un exceso de tiempo debido a la elección de un estilo de vida sin trabajo que, en última instancia, no aporta enriquecimiento alguno. Y, como bien se sabe, los desequilibrios suelen llevar a la decadencia.

¿Merece la pena buscar equilibrio entre trabajo y vida? Exceso e insatisfacción, mapa de asociaciones. No se puede encontrar «paz sagrada» con ninguna de estas palabras. El equilibrio entre trabajo y vida personal conduce a esa paz: tranquilidad junto al trabajo, tiempo, realización y satisfacción.